Calzada de Tlalpan
Inundada de metal,
Aceite, motores
Y ese intoxicaste aroma
A gasolina quemada
Como una balsa que está siendo impulsada
Por el sutil movimiento de la corriente;
Este monstruo de calavera metálica
Y venas
plásticas,
Se convierte en mi guía.
Siendo mí destino
Ese pequeño rincón llamado hogar.
La reflexión de los acontecimientos vividos
el día de hoy
Me lleva
a una obviada conclusión.
Vale
la pena estar donde se desarrolla la realidad.
Aunque
las reflexiones que entran por mi ventana
Seducen
en gran medida mi corazón.
Haciéndole saber que imaginando-soñando
También
se llena de dicha.