La balsa de Caronte

La balsa de Caronte
José Benlliure. La barca de Caronte (1919). Valencia, Museo de Bellas Artes

miércoles, 16 de junio de 2010

No hay por que temer


Un día más se acaba,

el sol se oculta y el amor con él.

La noche se hace presente, acompañada de la soledad,

mi eterna acompañante. Su mundo, el tiempo y el especio.

El día ha terminado arrastrando con él

nuestro amor, nuestros sueños y esperanzas

y recordando una canción, de esas

que se prefieren escuchar en esos momentos,

en lugar de escuchar el mundo,

“si ya no puede ir peor, haz un ultimo esfuerzo…”

Esfuerzo que ocupa la noche entera,

tiempo perdido, sin sentido ni lógica

debimos ignorar la noche,

ignorar la ausencia del amor perdido.

Debimos haber visto más al frente

y menos al pasado,

olvidar el amor con un buen vino y

un calido y húmedo cuerpo…

si…quizás…

Pero el tiempo ha pasado y tu,

ni un paso adelante ni uno atrás,

abre los ojos, despierta, observa y mira.

El cielo clarea, el sol aparece

la soledad huye con las sombras

¿Y el amor?

Nunca se fue, siempre estuvo ahí…aquí…allá…por todos lados.

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