La balsa de Caronte

La balsa de Caronte
José Benlliure. La barca de Caronte (1919). Valencia, Museo de Bellas Artes

domingo, 13 de junio de 2010

Belleza.



Inmaculada te encuentras entre los sueños de mis más remotos recuerdos, la belleza de tu cuerpo resurge en mi mente a cada momento, el brillo de tus ojos intimida a la más brillante de las estrellas de la noche, mientras la luna atemorizada de tu indiferente caminar, se oculta entre nubarrones oscuros sin dar un paso atrás…

La belleza que surge de tus mejillas con tu sonreír logran bendecir hasta la más amarga de las tristezas, el cáliz de tus besos satisfacen la sed de mi boca llenándome de vida y satisfaciendo todos mis deseos, a tus pies caigo a cada momento porque mi vida cobra un nuevo sentido al estar cerca de ti…

Si tú no estás aquí la belleza no existiría nunca más, las flores se secarían de tristeza, la luna no resurgiría con el anochecer, la vida no valdría más, sin ti no sabría que decir cuando me preguntasen ¿Qué es la belleza?, no habría ni siquiera una razón para hablar de ella, no me lo puedo explicar, pero si tú no estás, no habrá belleza nunca más…

Y al final solo estas tu, la belleza tal vez será una palabra más, un sin motivo más, peri si no existiera la belleza, tal vez podría describirte de otra manera más, aunque pensándolo mejor, la belleza no te describe a ti, tu describes a la belleza y que mas da lo que piensen los demás la belleza siempre serás tu…

1 comentario:

Marduk dijo...

Me sorprende la forma, como una palabra tan cotidiana, puede llegar a ser tan significativa en la vida de algunas personas, a tal grado de poder decir con tan solo unas insignificantes letras y sin temor a equivocarse, lo que representa alguien en y para nuestras vidas. Puede ser una idea tan mundana, pero muchas veces lo complicado no se haya en nuestro discurso, sino en encontrar ese otro que sepa escuchar eso que expresamos a través de nuestro silencio.

Muy buenas estas lineas, es inevitable que mi mente no evoque algunas imágenes mientras las leia. sigue así carnalito que la tinta siga fluyendo.